El exitoso Congreso Internacional ALADYR Chile 2022

Juan Pablo Villanueva, Giancarlo Barassi y Miguel de Heeckeren
384 personas, representantes de 180 empresas y 13 países formaron parte del Congreso de Desalación realizado el 26 y 27 de octubre, donde Tecnagent Chile participó activamente.
En la oportunidad, los asistentes pudieron compartir sus avances y opiniones en torno a las tecnologías de desalación, reúso de agua y tratamiento de efluentes, así como también la difusión oportuna del conocimiento e intercambio de experiencias de valor, para seguir creciendo y garantizando el acceso al agua potable.
Según el comité organizador, esta nueva experiencia generó una importante instancia de posicionar esta importante temática para la industria. » Nos conmueve de sobre manera la apertura de las organizaciones para dar a conocer abiertamente sus experiencias y desafíos, con la convicción de que Latinoamérica necesita seguir aprendiendo y superando obstáculos para la implementación exitosa de estas tecnologías», explicó Ragile Makarem, Directora Ejecutiva de ALADYR.
Junto con destacar las condiciones favorables que ofrece Chile para el desarrollo de una industria sustentable de la desalinización -con energías renovables y más de 4.000 metros de costa- Carlos Foxley, presidente de la Asociación Chilena de Desalinización, hizo un llamado a difundir con hechos y datos que la desalinización y el reúso de agua no solo son posibles, sino indispensables.
También puso énfasis en la urgencia de colaborar como sociedad en el proyecto de ley que en un futuro próximo regulará a la industria de la desalinización en Chile. “Como asociación gremial nuestra misión es contribuir a que sea un proyecto elaborado por la sociedad y para que los beneficios de la desalinización no sean solo para algunos, sino que lleguen a todos. Un proyecto de ley que permita detener la desertificación y nos lleve hacia un Chile más verde”, declaró ante la audiencia.
Reflexiones
La desalación es una solución probada que beneficia a millones de personas alrededor del mundo, permitiendo adoptar una estrategia resiliente contra los efectos del cambio climático y expansión de población.
A su vez, el acceso al agua para la economía de un país es tan crítico como el acceso a la electricidad. Sin agua no existe actividad económica, por ende, la seguridad hídrica de un país tiene directo impacto sobre el empleo en el largo plazo.
El beneficio de contar con una planta desaladora es proveer de seguridad hídrica tanto para la vida cotidiana como el sector industrial.
Según Giancarlo Barassi, Ph.D – Desalination and Reuse Market Manager de Aquatech, esto se ve reflejado en una paradoja actual donde la ciudad de Antofagasta, la cual se encuentra en un clima desértico costero, hoy tiene el orgullo de decir que asegura el agua para sus habitantes gracias a la planta desaladora de Aguas Antofagasta, del grupo EPM.
«Las tecnologías existen, el financiamiento está para desarrollar esto proyectos. Sólo falta un marco legal que facilite la obtención de los permisos ambientales. En este sentido, una planta del tamaño de la de Aguas Antofagasta es de 12-16 meses de principio a fin, pero la obtención de permisos puede tardar de 3,5 hasta 7 años», explicó Barassi.